RAIZA VILLA
Foto: Jairo Esteves
En pleno estacionamiento del hospital de Guaiparo y ante la mirada indiferente de milicianos, se registró una intensa riña entre varios hombres.
Por una discusión que transcendió a las agresiones físicas, al menos cuatro hombres convirtieron el estacionamiento del centro asistencial en “ring de boxeo”. Por más de cinco minutos los hombres se enfrentaron a “puño limpio”.
Las damas que acompañaban a los agresores y a las víctimas fueron corriendo hasta la entrada de la emergencia del hospital, donde suelen apostarse los milicianos para solicitar ayuda, pero no hubo respuesta.
El funcionario de la Policía estadal adscrito a la Brigada Hospitalaria, en una acción conjunta con la seguridad interna del hospital, salió al paso para solventar la situación. En medio de la reyerta hospitalaria, familiares de pacientes y visitantes se quejaron de la actuación de los milicianos, “para resolver este tipo de problemas no tienen actitud, se pierden y no hayan dónde meterse, ellos tenían la oportunidad de evitar este pleito pero el miedo se apoderó de ellos y en vez de resolver lo que hicieron fue huir y refugiarse en el sitio más seguro”.
Refirieron que los milicianos sólo se enfrentan a los indefensos, “a familiares de pacientes, trabajadores y visitantes nos tratan con los pies, pero cuando están al frente de una situación como la ocurrida, el miedo se les sale por los poros; ellos dejan entrar a la gente dependiendo de su estado de ánimo, sus malos tratos continúan y no hay quien le ponga freno a esta situación”.
Es de mencionar que en cuatro meses, milicianos han confrontado y protagonizado hechos violentos con habitantes de Villa Familia, policías, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), familiares de pacientes, trabajadores de los hospitales y representantes de los distintos medios de comunicación. Hechos en los que hasta ahora y a pesar de las incontables denuncias, campea la impunidad. |
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